TOMSK

Tomsk está considerada la ciudad más bonita de Siberia

ALGUNOS DATOS

La capital del Óblast del mismo nombre está situada a unos 3.500 km. de Moscú, al este de Siberia Occidental. Es una de las ciudades más antiguas del “continente helado”.

Fue fundada en 1604 por Boris Gudunov (1551 – 1605), uno de los más famosos y queridos zares, de origen tártaro y sobre el que existen una célebre novela de Pushkin así como una ópera y, al menos, dos películas.

Inicialmente se edificó un fuerte militar en la rivera occidental de cruce natural del rio Tom, afluente del Obi, para defender a los habitantes fieles al imperio de los ataques de las tribus enemigas que vivían en la parte oriental de su cauce.

Cuenta con una población censada de unos 574.000 habitantes a los que hay que sumar su importante población estudiantil venida de todas partes de Siberia.

En 1830, gracias a la minería de oro, la ciudad experimentó un fuerte desarrollo. En 1888 se fundó la Universidad Imperial de Tomsk, primera en Siberia, por lo que ya a finales de ese siglo era conocida como “La Atenas de Siberia”. Actualmente cuenta con 8 universidades, 6 privadas y 2 públicas, además de 15 centros de investigación por lo que durante el curso académico viven allí unos 170.000 jóvenes estudiantes.

A pesar de que entonces era la auténtica capital de la Rusia asiática, se decidió (se dice que influyeron sus comerciantes) que el Transiberiano no pasara por ella, teniendo el punto de enlace más cercano en Novosibirsk, a menos de 300 km. al sur, ciudad que en aquellos tiempos era poco más que una aldea con unas pocas casas de madera y que actualmente es el núcleo de mayor población de Siberia.

Tras la Revolución Rusa siguió creciendo, sin duda por la explotación de sus riquezas naturales. Tras la II Gran Guerra tuvo la influencia de los cercanos centros de producción y tratamientos de residuos de la industria nuclear que daban trabajo miles de personas. Actualmente, el Óblast (región) de Tomsk es el mayor productor de petróleo y gas natural de Siberia.

“El subsuelo de Asia central es como una esponja impregnada de hidrocarburos líquidos”. Julio Verne, Miguel Strogoff.

Su clima es subártico, con una temperatura media anual de -10,6º. Su invierno es largo y muy frío con temperaturas que oscilan entre los -16º de máxima y los -40º de mínima. En su corto verano esto cambia: las máximas en julio están entre los 16º y los 24º.

QUE VER EN TOMSK

No ser paso del transiberiano produjo en esta rica ciudad un hecho interesante: al no tener un crecimiento rápido y, por ello, tampoco un desarrollo urbanístico especulativo, se conservaron un importante número de palacetes de la época zarista y muchas casas de madera, más de 700, gran parte de ellas con más de 250 años de antigüedad. Hay que destacar las que pueblan su importante barrio tártaro, si bien estas son del siglo XIX.

En estas casas de madera, normalmente habitadas, estén restauradas o no, destacan sus espectaculares ventanales e, incluso, los aleros de algún tejado con dragones al estilo vikingo.

El denominado “centro cultural ruso – alemán” de más reciente edificación, principios del siglo XX, es una de las más admiradas. Destaca su color azul claro.

Es muy interesante, sin duda, un recorrido por el centro de la ciudad. A ello ayuda que, salvo en la calle Lenin, auténtico centro comercial y de negocios con mucho tráfico, el resto es tranquilo y está lleno de parques y zonas verdes que reviven con toda su fuerza cuando llega el buen tiempo. En verano es normal ver a los niños jugando en sus jardines. Están deseando disfrutar del “aire libre”.

No obstante, a pesar del frio, la vida es intensa también en su largo invierno debido a su numerosa población juvenil y a la presencia de muchos pubs, bares y restaurantes que esto conlleva. Hay así mismo multitud de clubs deportivos de las más variadas modalidades, incluso uno de buceo, teniendo la ciudad muy buenas instalaciones.

Se puede visitar la antigua cárcel de la temida NKVD (KGB) donde está situado el Museo de la Represión. También podemos ver en las calles monumentos a las víctimas de la opresión política y a los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, en la Plaza de la Trinidad.

Y en la mencionada calle Lenin podemos contemplar un monumento a este líder revolucionario. Según buena parte de sus habitantes, parece que está dirigiendo el tráfico.

También podemos ver, en el exterior de un museo local, hay una escultura llamada “el amante colgante” que representa la figura de un amante que para no ser sorprendido se cuelga de la ventana por el exterior. Vamos, como en los chistes gráficos de hace años. Recomiendo la lectura del artículo siguiente en el que sale:

Los 15 monumentos más raros de Rusia

La gastronomía es de buena calidad y, como casi todo en la ciudad, no es cara. Eso sí, tienen habitualmente las cartas de los restaurantes en inglés pero es muy difícil encontrar personal que atienda en un idioma que no sea ruso.

UN BANQUETE EN FAMILIA

No siempre hay oportunidad de participar en una celebración familiar. Pongamos que en una cena. Dejemos aparte las ceremonias sociales (bodas, bautizos…) y centrémonos en el hogar como punto de reunión. Y algo grande como puede ser el cumpleaños del mayor de la familia. El respeto a los mayores, especialmente en los varones, está muy implantado en la zona.

Presidiendo veremos al abuelo, en plan patriarca. En caso de que nos hayan invitado, ocuparemos un lugar cerca del venerado anciano.

En la mesa veremos entrantes: dentro de lo que permita la economía familiar habrá verduras y frutas cortadas. No podrán faltar pepinillos bañados en agua.

Como plato principal habrá algo de carne y pescado (de río) ahumado o rebozado.

Todo esto bañado con vodka, desde el principio del banquete quien lo desee, pero siempre en sorbitos pequeños, consumidos rápidamente procurando no olerlo. De esta forma no “matará” el sabor de los alimentos.

De postre, todo tipo de tartas caseras. El dulce es muy importante. Si se desea, el vodka podrá ser cambiado por coñac de Kazajistan, una auténtica delicia para los amantes de este tipo de bebida.

El coñac de Kazajstán se vende generalmente en botellas pequeñas, de 0,20 o 0,25 litros. Tiene una graduación de 40º. De color caramelo es suave al paladar y se debe servir a temperatura ambiente y degustar en pequeños tragos. Es muy apropiado para tomar con dulces de chocolate o pasteles de limón. Se puede comprar en www.alibaba.com, en tamaño algo mayor, 0,40 litros.

Tras los brindis, las infusiones y lo que corresponda, antes de irnos a la cama, veremos que algunos beben el agua de los pepinillos lo que, dicen, les permitirá dormir más relajadamente. Les ayudará para no tener resaca tomar a la mañana siguiente y en ayunas una cerveza.

ACCIDENTE NUCLEAR

A raíz del ataque nuclear de EE.UU. contra Japón (Hiroshima y Nagasaki), el tema de la energía atómica se convirtió en una obsesión para Stalin. Nada más terminar la II Guerra Mundial puso en marcha un plan de nuclearización con la creación de 35 ciudades secretas, de las que no se sabía ni siquiera su localización, dependientes de los Ministerios de Energía Atómica y de Defensa. El proyecto de nuclearización, llamado Borodino, lo capitaneaban Beria, Molotov y Kutchakov.

Cerca deTomsk, a unos 15 km., se creó la ciudad secreta de Séversk, conocida por su apartado postal para toda comunicación, Tomsk – 7, donde se estableció una importante planta de manipulación y transformación de productos químicos y de la industria nuclear. Daba trabajo a más de 100.000 personas llegadas de todas partes de la URSS, muchos de ellos de forma obligada.

El 6 de abril de 1993, debido a un error humano, se produjo un gravísimo accidente que, aunque se le quitó importancia por las autoridades rusas, alarmó a toda la población y a una buena parte de la humanidad.

Aunque dentro de la Escala Internacional de Accidentes Nucleares tanto para Rusia como la Organización para la Energía Atómica (OEIA) solo llegó al nivel 3, similar al que sufrió la Central Nuclear de Valdellós en 1989 y muy inferior a los de Chernòbil y Fukishima que alcanzaron el 7 y que son los más grandes ocurridos, fue en realidad un desastre nuclear grave que originó una gran contaminación en una extensa área.

A día de hoy todo esto está superado.

Algunas referencias:

TOMSK Y EL TRANSIBERIANO

Como comentaba antes, la ciudad no es punto de paso del Transiberiano tradicional. Su distancia con Novosibirsk es de 265 km. Se puede hacer el trayecto de ida y vuelta en avión, tren o por carretera o combinando cualquiera de los sistemas. Lo que parece claro es que hay que visitarla.

AGRADECIMIENTO

Mi agradecimiento personal a nuestra compañera Araceli Tamayo que está enriqueciendo todo lo que leo y escribo acerca de Siberia y el Transiberiano y, además, colabora con sus fotografías.

 

OTRAS REFERENCIAS

Pongo una selección de ellas:

Jorge Ibor. Enero 2019.

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3 Comentarios en “TOMSK”

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