Myanmar IV

 

myanmar-40 Buda tumbado

Yangon (II)

Iniciamos la jornada visitando la Pagoda Chaukhtatgyi (traducido, la de los 6 pisos de altura). En su interior hay una gran estatua de Buda recostado, de unos 70 metros, muy venerada.

Fue construida entre 1889 y 1907 pero en poco tiempo sufrió importantes deterioros. En 1957 se inició su reconstrucción financiada por donaciones particulares, labor que se finalizó en 1966.

Como en todas las Pagodas, la belleza, el arte, las obras en sí, son magníficas. Deslumbran.

Al igual que nos pasó con otros Budas, pensamos que este tiene rasgos femeninos. El guía nos comentó sin inmutarse que es por la igualdad de género que impuso Buda en el trato y en la enseñanza de sus doctrinas

Hay que destacar los dibujos tallados en las plantas de sus pies, 108 segmentos que representan otras tantas cualidades de Buda.

Está custodiado por cuatro nats, uno en cada esquina del lecho. Me recordaron a la canción religiosa infantil “cuatro esquinitas tiene mi cama”.

En la pared situada a sus pies hay escenas que recrean su vida. Algunas de ellas parecen sacadas de cuentos infantiles. San Yu las tomó como base para contarnos como fue la infancia y juventud de Siddhártha Gautama, Buda.

Y es que parece que esta variedad de budismo, al menos, se transmite utilizando un formato de cuentos apropiados para leer a los niños cuando se van a la cama. Claro que si revisamos los retablos de los altares de nuestras Iglesias vemos también que las creencias son contadas en formato “para todos los públicos”, incluyendo los muchos analfabetos que había en la época más florida del arte sacro.

De leyendas infantiles tampoco se salva el cristianismo. Si ya la presencia de San Jorge (santo cuestionado por la propia Iglesia Católica) en la batalla de Alcoraz, cerca de Huesca, adonde se trasladó en segundos desde Anatolia para, montado en su caballo blanco y acompañado de un caballero teutón, resultar decisivo en la victoria contra el infiel, la explicación de cómo llegaron los resto de Santiago a Compostela es ya de “Premio Nobel”.

A Santiago le cortaron la cabeza por orden de Herodes. Llevado a enterrar por sus más fieles discípulos, se les apareció un ángel que les ordenó embarcar junto con su ataúd (de piedra), dejando que la embarcación fuera a la deriva (de la mano de Dios), llegando en 6 días a la zona de Muros en Galicia.

Allí cerca, donde está ahora Compostela, vivía una malvada bruja en un palacio. Cuando les recibió les envió donde el rey de la zona quien les atacó con un terrible dragón que al ver la señal de la cruz se difuminó en el aire.

El rey, asustado, envió a sus soldados con la intención de apresarles. Al ir a cruzar los perseguidores un puente éste se hundió y perecieron ahogados.

Enterada la bruja, abrazó la fe auténtica, destruyó todos los bienes que tenía y pasó a llevar una vida de pobreza y devoción.

Los seguidores de Santiago pudieron enterrar su cadáver en la zona.

Hay otra alternativa que dice que el ataúd fue depositado en el agua y los peces le llevaron a Galicia. Durante al menos 5 siglos, del IX al XIV, estas leyendas se contaban en los sermones de las misas para los Peregrinos de El Camino.

Hablo de Santiago, Patrón de España.

Extractado del libro “Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela” de los historiadores Luis Vázquez de Parga y otros, páginas 190 y siguientes.

myanmar-41
Un nat protegiendo a Buda
myanmar-42
Buda alcanzando la iluminación debajo de un ficus

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hicimos una visita a otro templo bastante moderno (años 50 -60) presidido por un gran Buda construido en una pieza de mármol blanco metido dentro de una urna de cristal. En el recinto había fotografías de su traslado en tren y en barco así como los medios utilizados. Sin duda un trabajo de locos con escaso soporte mecánico. Seguro que bastantes operarios perdieron la vida en ello.

 

Nos desplazamos a un cercano lugar en el que vimos algo que me resultó desagradable aunque sea significativo para ellos: en un claro dentro de un bosque de teca había tres elefantes, uno “blanco” – más bien marrón claro – atados con cadenas a unas estacas y sin más posibilidades de moverse que dar cortas vueltas alrededor del punto de amarre. Daban mucha pena.

myanmar-43

Buda de mármol en urna de cristal

El elefante, en general, es muy importante en el budismo. Es, sin duda, uno de los animales más sagrados junto con los tigres, las vacas y algunos más.

La madre de Buda soñó que un elefante blanco con 6 colmillos le rodeó tres veces cuando cayó embarazada. Ella no tuvo contacto carnal en su vida con ningún hombre ni pensó ni soñó nunca nada impuro.

Siete días después del parto subió a los cielos alcanzando el Nirvana y vigilando desde ahí a su hijo.

Esto fue debido a que Buda, en su infinita sabiduría, había elegido entre los elefantes al blanco como mejor medio para poder reencarnarse.

Sin duda supone una base para que las leyendas y cuentos con este tipo de paquidermos sean muy frecuentes en la tradición budista y que los elefantes blancos figuren habitualmente en la iconografía junto al maestro.

Tradicionalmente el elefante representa protección, inteligencia y buena suerte.

Hay varias posibilidades de reencarnación en animales: las personas relativamente buenas lo harán como elefantes o tigres y las malas como búfalos o ratas.

Aunque es frecuente que en los monasterios de Myanmar se consuma carne, existen budistas vegetarianos, algunos de ellos para evitar comer la reencarnación de alguien con quien podían haber coincidido en una vida anterior.

Volvimos al centro de la ciudad para encaminarnos al siguiente objetivo: el barrio chino al que accedimos por una puerta muy típica.

myanmar-44
Elefante encadenado

La avenida principal estaba llena de los acostumbrados faroles rojos esféricos. Este colectivo seguía en fechas de celebración del año nuevo.

Paseamos entre los coloridos puestos callejeros, algunos de ellos de venta de frutas. En uno compramos una desconocida, de la que no recuerdo el nombre,  a la que había que quitar una dura cáscara.

Como es frecuente en este país, las calles sufrían el caos originado por el intenso y desordenado tráfico.

Visitamos el principal templo del barrio, bastante coqueto. Tenía varias tiras antimosquitos colgadas del techo.

Javi necesitaba una pila para el reloj. Recorrimos las calles con tiendas de electrónica en aceras y en pisos, todas ellas con un aspecto de acumulación y desorden que hubiera causado envidia en los más destartalados zocos árabes.

Tocaba ir a comer. Nos llevaron al cercano puerto, a un restaurante chino según se deducía de los caracteres del nombre del negocio y de la fisonomía de los empleados que nos atendieron si bien la cocina era de tipo occidental.. Previamente San Yu había pensado en llevarnos a otro que estaba ese día cerrado. Estuvimos bastante bien en una terraza con vistas al muelle en la que degustamos unos platos sencillos con una presentación muy coqueta.

Este puerto, situado en la desembocadura del imponente rio Irawadi, es el único de todo el país dedicado al comercio internacional. Es grande y tiene mucho tráfico.

myanmar-45

Puesto de frutas callejero

El rio llamado popularmente Irawadi (palabra de origen pali que significa “abundante en riquezas”), denominado oficialmente Ayeyarwadi, atraviesa el país de norte a sur en un recorrido de 2.170 km. de los cuales unos 1.600 son navegables. Esto es así porque atraviesa una gran llanura con muy poca altura sobre el nivel del mar lo que, además, favorece que los campos y las tierras cercanas sean sumamente fértiles y que haya muchos bosques.

Los ingleses, cuando llegaron, se encontraron con que el río era la única vía de comunicación transitable entre Mandalay (entonces la capital) y Yangon (para los británicos Rangún).

Desemboca en varios deltas en el mar de Adamán. Como se verá este río lo encontramos y navegamos varias veces en los siguientes días.

Habiendo terminado las actividades programadas y teniendo la tarde libre pedimos a San Yu que nos llevara hasta el Hotel Strand y que nos dejara allí.

Este hotel de lujo es un magnífico ejemplo de construcción colonial. Fue inaugurado en 1896 y reconstruido tras la independencia del país respetando sus orígenes. Se puede comparar con lo que supone el Palace en Madrid. Tomamos un buen café en uno de sus elegantes salones.

myanmar-46
En el interior del Hotel Strand

Como a Javi le apetecía volver a la habitación y a Isabel y a Bego ir al Centro Comercial que habíamos visto la tarde anterior, decidí que iba a ir con ellas entre otras cosas para que estuvieran más tranquilas.

Antes de despedirnos de nuestro guía en la entrada del Hotel Strand, le habíamos pedido que nos pusiera en un papel lo que había que decir a un taxista para ir a nuestro alojamiento y al complejo comercial y el precio aproximado que teníamos que pagar por el servicio. Debo decir que no vimos taxímetros en ningún vehículo.

Tomamos un taxi en la parada de la puerta del Strand tras fijar el precio, algo superior a lo que nos dijo nuestro guía. Llevaba el coche lleno de periódicos locales viejos – los tenía en los asientos, por el suelo, etc. – y en un inglés muy limitado y apoyado por señas nos fue explicando aspectos muy críticos de la dictadura de los militares y muy favorables a la admirada “Señora” mientras avanzábamos rodeados de vehículos que circulaban tan a lo loco como el que ocupábamos.

Primero fuimos a dejar a Javi y después al Centro Comercial, totalmente occidentalizado, donde vimos tiendas de marcas habituales en cualquier ciudad (incluidos Mango, Zara, Burger King…) además de otras coreanas y japonesas con precios nada adaptados al poder adquisitivo del birmano medio.

En una especie de tarima había un grupo de chicos y chicas “guapos” haciendo ejercicio vestidos con llamativas prendas deportivas de marca: anunciaban un gimnasio. También vimos una exposición de coches de alta gama.

Cualquier parecido con la vida de afuera era pura coincidencia.

Tras volvernos a encontrar con Javi nos fuimos a cenar por nuestra cuenta. Buscamos un restaurante por la zona del hotel. Dimos bastantes vueltas y terminamos en un establecimiento de zumos con una carta de comidas muy corta y muy colorida.

Le pedimos a la camarera por señas que no nos pusiera hielo en las bebidas por aquello de las recomendaciones sanitarias. Así lo hizo… pero solo en un vaso. El contenido del resto nos lo tomamos como lo preparó. No pasó nada.

Cené una desagradable salchicha birmana. Seguro que el animal sacrificado había sido muy malo en la vida anterior y no había hecho méritos suficientes en la nueva. Dado el sabor que nos dejó creo que tampoco los hizo para una futura reencarnación.

myanmar-47

(continuará)

 

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un comentario en “Myanmar IV”

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies