CALLE SAN FRANCISCO (final)

Las Cortes tenía el “bar insignia” de Bilbao, conocido por todo el mundo, jóvenes y mayores, unos de oídas y otros por haber pasado por delante o haber entrado en él.  Este bar era el Gato Negro, llamado así porque encima de la puerta de entrada había un rótulo fluorescente con un “gato negro”. En el  estaban las chicas  de alterne, chicas guapas, algunas veces con los pechos al descubierto como reclamo para jóvenes y mayores. Aunque quizás las chicas más guapas llegaron a estar en el Palanca 34.

Perdonen estas líneas que a continuación escribo, pero son algo que alguien oyó y así me lo contó y llevado por la realidad de la calle y un poco por el morbo no puedo permitirme  dejar  de ponerlo.

La vida de la calle siempre ha resultado muy dura. Desde la del viajante de telas al vendedor de electrodomésticos hasta llegar a la de  vendedor de libros, así que figúrense Vds.  como tiene que ser la de unas mujeres que para poder sobrevivir tienen que ofrecer y vender su cuerpo.  Una chica de las de la calle para conseguir clientes solía decir, soy puta, pero mi coño lo disfruta.
Decía un asiduo a la Palanca, que hay dos clases de mujeres de la vida:

La primera: Esto yo no hago
y la segunda: Que quiere usted que le haga.

En el año 1950, echar un polvo costaba 13 pesetas y con repetición un suplemento de 5 pesetas.
Luego vinieron otras especialidades, como el beso negro, el francés natural,  el griego y la lluvia dorada que eran los más chic, venidos del extranjero y tenían su clientela entre las gentes más sofisticadas.
Hubo otra chica que insinuándose como reclamo decía: Por detrás me gusta más.

Las Sevillanas llamémosle Club de Revista estaba en la calle La Laguna, era un sitio fino donde  el polvo costaba 25 pesetas y en los bajos del mismo estaba el Bataclán, sala de fiestas y baile con mujeres de alterne. Este local fue famoso porque en él actuó Juanito el Trianero, toda una leyenda de la Palanca.
Fue uno de los primeros transexuales de España, solo comparable a la francesa Coccinelle.

Nuevamente no sé muy  bien porque pido de nuevo perdón por si con estas líneas he herido la sensibilidad de algunas personas, pero me he permitido esta pequeña y dura realidad para mostrarles que además de la parte alegre y bonita del barrio, también existía otra tremendamente dura y compleja, donde mujeres emigrantes llegadas de diferentes pueblos y ciudades de una España en reconstrucción, huyendo de la miseria el barro y la pobreza, no tuvieron otra que recalar en la prostitución para poder comer y sobrevivir.  Podríamos decir sin temor a equivocarnos que casi todas ellas eran chicas buenas y sencillas que vivieron en pensiones y  protegidas por macarras o chulos en los que buscaban el afecto y la protección que no encontraron ni en sus casas ni en sus pueblos y que junto con  prestamistas sin escrúpulos les levantaban el  dinero que comerciando dura y tristemente con su cuerpo ganaban.

Una dura realidad de un Bilbao económicamente más fuerte que el resto de ciudades del estado a donde arrastrados por el reclamo de una vida mejor  llegaron cientos de  emigrantes.

Pero volvamos un poco de nuevo atrás.  San Francisco era sólo una calle, pero a la vez se conocía como tal a toda la zona, eran muchas calles, todas las cercanas. Así estaban Bailén, Hernani, Dos de Mayo, Lamana, General Castillo.

En la calle Lamana había una “sastrería” donde se hacían los trajes y uniformes militares. Se dice de ella que era una de las mejores de Bilbao. Cuentan  que también se confeccionaba ropa para la gente civil.

La calle Bailén, casi esquina con San Francisco, tenía en un portal un kiosco de chucherías, revistas, etc., donde los jóvenes podían ir a cambiar cuentos, tebeos, etc., por una módica cantidad de dinero.  Tú entregabas un tebeo y la señora del kiosco te daba otro por unas pesetillas.  También se podían alquilar, para ello se daba una cantidad de dinero pequeña y el muchacho estaba leyendo allí el tebeo o el cuento; cuando lo terminaba lo entregaba y se terminaba la transacción. Las personas mayores también podían hacerlo. Estaban de moda en cierto sector de gente las novelas de Marcial Lafuente Estefanía y Corín Tellado.  Era corriente que los padres mandaran a los hijos a cambian unas novelas que ya habían leído por otras, normalmente se mandaba a los hijos porque a los padres les daba un poco de vergüenza  ir ellos.

Este tipo de novelas, que muchos diréis qué porquerías leían, hacía que mucha gente olvidara sus penas y sus problemas y por unos momentos se evadieran y viajaran años atrás a la época del Oeste, del muchacho rubio, alto, de seis pies, ojos azules, firmes y que no se inmutaba por nada. Este tipo de kioscos no era solamente algo típico de San Francisco, ¡no!, era algo que se veía en todo Bilbao. Los había en la calle Iparraguirre, cerca del actual Guggenheim, en General Concha, en la calle Irala, Lavara, etc.

San Francisco ha sido algo muy importante en la historia de Bilbao y, no sabemos muy bien por qué ahora sólo es historia.

Hoy en día año 2000….., se están instalando a vivir jóvenes y han empezado a abrir algún que otro negocio con la idea de regenerar La Zona.  Uno de los locales más emblemáticos, el Palanca 34, ha sido adquirido por el fotógrafo Bilbaíno y ex corresponsal de Guerra Jorge Lamas, para instalar su estudio. Esperemos que tenga mucho éxito y con el tiempo se consiga que el barrio, vuelva a ser lo que fue antaño.

San Francisco y su entorno es probable que sea uno de los lugares más multiculturales y  multirraciales de todo el territorio nacional. Las gentes que vienen de África por ejemplo, nos sorprenden enormemente y para muestra tenemos notas como esta.

Para hacernos una idea del multilingüismo en África, diremos que aproximadamente el treinta por ciento de las lenguas del mundo están en este continente. Por ejemplo Nigeria tiene 450 lenguas (que son distintas: hablantes de una y otra lengua no se entienden entre sí) (Bernárdez, Enrique. 1999:23, 68-69).

Entonces, ¿qué lenguas puede hablar Alí? Leamos con atención su propio discurso:

Con unas personas habla inglés. Con otra habla uskera o castiano. Con los marruecos habla árabe. La lengua que hablan los marruecos es un poco diferente que yo sabe, pero tendemos bien. Yo está un tiempo en Marruecos y habla un poco lengua de ellos. Otras lenguas sabe. Sabe francés y sabe wolof. Mucho tiempo esta con senegalés… y ya voy prender. Y puede hablar mandinga. Mandinga lengua comercial África del Oeste. Yo sabe otras lenguas de me país, sarakole, otras… pero esas no puede hablar aquí…

Yo vivo en Lendaran un año. Allí prende uskera ¡Oso herri polita da! Es un pueblo muy bonito. Luego viene a Bilbao. Aquí en Bilbao vamos clases de castellano. Yo siempre gusta conocer más… y pregunta parablas para tender más. Yo habla una lengua, otra lengua… y así puede tender todos. Bismi alah’ rahman’ rahim ¿tú sabes qué dice? dice, en el nombre de Dios, Dios grande, Dios da feliz, da bueno y da malo a personas. ¿Sabes qué yo dice? Así decimos nosotros en nuestra lengua, lengua árabe, lengua musulmán. Bueno, mucha cosa habla ¿eh? mí gusta mucha parablar ¡bihar arte!

FIN

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2 Comentarios en “CALLE SAN FRANCISCO (final)”

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