Por Jorge Ibor.
CRACOVIA
Casi todas las ciudades de Polonia fueron destruidas en la Segunda Guerra Mundial salvo Cracovia. Es el mejor colofón a este viaje.
Hay que centrarse en la Plaza del Mercado o Rynek Glowwny). El primer día hacer una visita guiada, nosotros con el marido de nuestra guía tártara y luego… a disfrutar, repetir recorridos, montar en calesa, entrar en callejas, comer al aire libre en la misma plaza, ver los espectáculos de los ambulantes, en fin, todo lo que se estime necesario.
Y, por supuesto, sus Iglesias. Si, ya sé que hemos visto muchas y muy bonitas. Pero es necesario entrar y disfrutar. Sentarnos en los bancos y mirar relajadamente. En la Basílica de Santa María entré varias veces.
Estaremos cansados de haber llenado nuestros ojos y nuestro cerebro de tantas cosas atractivas y vemos otras más. Disfrutemos, paseemos.
Visitar el castillo de Wabel en la colina, la Catedral dentro de él,
el Barrio Judío… es obligado. Por cierto, en la zona judía (que veremos con mucha sensibilidad después de la visita del día anterior) iremos el bar Singer (con máquinas de coses en las mesas), veremos la casa de Schlindler
el cementerio judío
y es fácil que también veamos actuaciones en las puertas de los bares además del anuncio de múltiples actividades.
En la visita al barrio universitario no podemos dejar de ver el reloj (uno más), siempre coincidiendo con las horas y mejor, si puede ser a las 15.00.
Las distancias no son muy grandes. Pero más que nunca es conveniente coger un hotel en su Casco Viejo (Stare Miasto)
Como actividad extra nos recomendaron montar en globo. No lo hicimos.
Quizás os preguntéis porqué hablo más de Gdansk que de Cracovia. Hablar de esta ciudad es difícil. Todo es en sí un exceso de belleza. No puedo destacar nada. Simplemente, sentarnos al lado de los carruajes de caballos y ver la limpieza y que no huele a nada, ver a las agradables señoritas invitándonos a subir es algo agradable. Visitar sus monumentos, plazas, calles es algo grande.
Y para acabar, lo mismo que Cracovia es la ciudad más cara y con más turistas, los recuerdos también tienen un precio muy superior.
Dormimos 3 noches antes de tomar el vuelo de vuelta vía Madrid.
Y DE EPÍLOGO UN CHISMORREO
Veréis en el centro de las ciudades turísticas a unas chicas muy atractivas con paraguas rosa invitando a entrar en unos locales tipo bar sin vista desde la calle. Solo se dirigen a hombres que van solos. Preguntamos (no puedo callarme) y me explicaron que sí, que eran una franquicia que se dedicaba a eso…
Nota: Si queréis ver todo el documento completo de los 8 capítulos lo tenéis en este pdf
Un comentario en “POLONIA, UN GRAN PAÍS PARA VISITAR (8 y último)”
Gracias, Jorge, por estos comentarios sobre Polonia, un estado soberano que nace el siglo pasado y que sufre la segunda guerra con un castigo como nunca se había conocido.
Recuerdo de Cracovia dos cosas: las vendedoras de flores durante las 24 horas del día (era posible comprar flores a las 3 de la mañana) y el trompetista que cada hora (día y noche) desde una de las torres que aparecen en las fotos, toca la trompeta y saluda al final a los que desde la plaza siguen su melodía.
Sin duda, Polonia ve en el turismo una fuente importante de promoción nacional, pero es que la organización del país prevé desarrollos interesantes.