La Sima los de huesos, una sorpresa que nos hunde en el misterio. (preparando una excursión de día a Atapuerca).
Una de las explotaciones más sorprendentes de Atapuerca es el lugar llamado “la Sima de los huesos”. En la sima se encuentra la fecha más antigua con la que podemos percibir la invención del cementerio, como lugar en que se depositan con respeto los cadáveres de los humanos con intenciones que atienden a lo higiénico y a lo sagrado. Los cementerios desde su invención expresan un respeto solemne por los restos del ser humano.
Además “la sima de los huesos” recoge el momento probable en el que el ser humano se da cuenta que la muerte puede ser una puerta hacia otra vida, la eternidad, una forma de interpretar la inmortalidad. Cuando los excavadores de la Sima descubrieron, entre los fósiles de animales y personas, un hacha de piedra, pensaron en seguida que alguien que llevaba para arrojarlo a la sima un cadáver quiso que al difunto le acompañara la herramienta que en vida le había servido para sobrevivir. Por eso, emocionados, los exploradores, a esta hacha de piedra la llamaron “excalibur”, como se llamaba la espada del rey Arturo. Pudiera ser que simplemente se le cayó en la sima a uno de los porteadores del cadáver, pero el supuesto es ya de por sí inquietante. El hacha de piedra y su misterio se expone en el museo de Burgos.
En Atapuerca, en la sima de los huesos, de momento, hasta que no nos cambien las coordenadas, se depositaron al menos 30 cadáveres de una tribu, que pertenecía a la especie humana denominada heidelbergensis, que evolucionó hacia los neandertales. Y que, de momento, pudo habitar en la zona hace medio millón de años. Nunca se habían encontrado hasta entonces 30 esqueletos completos de homínidos tan antiguos. Mezclados con los fósiles de osos, y otros animales que cayeron accidentalmente en el agujero de la roca, la sima de los huesos es un filón para conocer e imaginar la evolución humana.
En la excursión no podremos acceder a la Sima, ya que se llega a ella a través de estrechos pasadizos, aunque los heidelbergensis lo tenían más fácil, ya que una apertura en el terreno permitía depositar los cadáveres de forma casi directa.
Podremos ver además en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, fósiles únicos en el mundo: el cráneo de Miguelón de la misma Sima . Este nombre se lo pusieron los investigadores en honor de Miguel Indurain que, cuando se descubrió el fósil –en 1992- batía todos los records conocidos del ciclismo. Se trata del cráneo más completo conocido en paleontología. Perteneció a un hombre o una mujer de unos 35 años.
Si en un cementerio normal predominan los enterramientos de recién nacidos y viejos, en la Sima de los Huesos los cadáveres que se depositaron eran de personas jóvenes, por lo que se piensa que una epidemia o una hambruna produjo estas muertes.
Entre los fósiles se encuentran ejemplos de solidaridad, ya que los defectos físicos de una niña y el del homínido propietario de la pelvis de Elvis, que vivieron hasta una edad significativa, no pudieron cazar para subsistir y tuvieron que depender de la ayuda de otros miembros de la tribu.
Sin duda, la sala inferior del Museo de Burgos, es depositaria de fósiles que no tienen parecido en ningún museo del mundo. Son rastros de una historia que ha revolucionado la paleontología y ahora mismo, además de un misterio indescifrable, constituyen la base científica más fiable de nuestros orígenes.
Un comentario en “Atapuerca 3”
La Sima de los Huesos en Atapuerca (Burgos) es, sin duda, lo más revolucionario en paleontología. A estas explotaciones (La Sima de los Huesos y la Trinchera del ferrocarril) se une la idea feliz de hacer un museo de la evolución, que evoluciona con los nuevos descubrimientos. Es, sin duda, el único museo en paleontología del mundo en el que se exponen los originales fósiles así como el hacha de piedra encontrada entre los restos humanos.
Es ya una denotación curiosa que Burgos, una ciudad que siempre enseñó su versión medieval, inamovible, se reconvierta en la ciudad que alberga el museo más revolucionario de la historia y que rompe el concepto de museo como algo muerto. La evolución humana y posiblemente dentro de poco la evolución de la materia expresadas por un museo no deja de ser una visión inquietante de lo más sustancial del ser humano.