Ya desde mucho antes de prejubilarme decidí que una vez alcanzada esa situación, no me iba a quedar quieto. En algo tenía que ocupar mi tiempo. Unos dedican ese tiempo a echar la partida en los bares, otros a dar paseos en solitario o en compañía de amigos, otros a las grandes caminatas, otros a viajar, otros a la lectura. Así como relacionado con la música ya con más de 50 años recordé que en mi juventud aprendí las nociones básica para el acompañamiento litúrgico en los eventos religiosos con órgano y actualmente lo toco con asiduidad, también me vino a la memoria que en aquellos tiempos lejanos del Bachillerato, gané varios premios escolares de Redacción y Cuentos. Nada extraordinario pero, de algún modo, sobresalía sobre los demás.
Una vez decidido que ocuparía mi tiempo de jubilado con la literatura, tuve que determinar sobre qué escribir. No me fue difícil tomar una decisión: sobre historia y, sobre todo, la que me resultaba más cercana.
Nunca he dicho que soy historiador a pesar de haber escrito dos libros de historia. Ni tengo estudios, ni licenciatura sobre ello y admiro mucho a los que lo son por derecho propio. Me considero “investigador de la historia” y, una vez arrancada de los distintos legajos anteriormente escritos, los pongo a disposición de todo aquel que me quiera leer. Me da igual que sean pocos o muchos, yo ya he dejado mi legado y espero que interese.
Una vez puestas las obras en circulación, por cierto, ninguneadas por unos políticos cortos de miras y que les vence el rencor y les corroe la envidia, me ofrecí a las Asociaciones del Municipio, de todo tipo y condición, para dar conferencias, charlas o encuentros. Ya lo he hecho en varias de ellas así como en Colegios Privados a alumnos de 12-13 años.
El veto del Ayuntamiento y sus políticos no me ha permitido llegar a los Colegios Públicos ni, hasta ahora, a los innumerables actos de esta índole que organizan en el Aula de Cultura. Era más interesante exponer temas como “El Desarrollo del mojojón cebra en el hemisferio sur” (es un decir) que la historia propia.
Ha tenido que ser una bibliotecaria, sensibilizada con estos temas la que me ha ayudado y puesto en bandeja el ofrecer al pueblo de Getxo, una charla en la ROMO KULTUR ETXEA, el próximo 29 de Mayo, Miércoles a las 19:00 h.
El tema será, por supuesto, sobre la historia de este pueblo y más en concreto sobre el NACIMIENTO DE LOS BARRIOS DE LAS ARENAS Y ROMO, dos de los cinco barrios del Municipio y que todavía hoy en día la gente se asombra cuando se les dice que ambos barrios NO EXISTÍAN hace 150 años. El “hacedor” de que todos aquellos arenales, dunas, argomales, infinidad de riachuelos, se convirtiesen en un jardín fue D. Máximo Aguirre, Alcalde de Bilbao, y sus hijos Eduardo y Ezequiel.
Os invito a asistir a la charla en la seguridad de que pasaréis un rato agradable y aprenderéis un montón de cosas de este Municipio tan singular.
Os espero
2 Comentarios en “Una historia de Getxo: el nacimiento de Las Arenas y Romo”
Javi, como acudí, doy fe de que la charla fue estupenda, amena e interesantísima, así que, no ceses en esa actividad, que la realizas muy bien y no dejes de avisarnos para que no nos perdamos ninguna de tus iniciativas.
Un abrazo para todos,
Alazne
Gracias, Alazne, por tus palabras. La verdad es que da gusto cuando en ese tipo de actos ves alguna cara amiga. No quedé plenamente satisfecho de esa conferencia porque cuando ví que la Sala se llenaba con más de 200 personas, cuando lo normal es que haya 50 o 60 personas, cambié mi forma habitual de darlas. Suelo llevar apuntes y la charla la doy sobre la marcha. Pero me asusté por ver a tanta gente (según me dijeron era la 1ª vez que se llenaba el recinto) y tomé la decisión de leerla. No me gusté y prometo no volver a hacerlo.
Un caluroso saludo