Creo que son momentos difíciles para toda la familia de Iñaki, pero, aún así, me voy a permitir rememorar «algunos sucedidos de cuando éramos txabalitos»…
Yo coincidí con Iñaki en Setiembre del año 66 en el Instituto de Bilbao, tras aprobar «la reválida de 6º bachiller».
El no sé de dónde carajo venía y yo lo hacía desde La Salle de Deusto, pero el caso es que tuvimos que hacer el «PREU» juntos.
Esto es auténtico. En uno de los primeros «recreos», aun cuando había «canastas de basket», «porterías de balonmano», etc…, el tema del «mayorazgo» lo tenían los veteranos que ya venían desde los primeros cursos de bachiller, con un montón de años en el Insti, y que en el patio solo se jugaba al «futbito».
¡Ojo!, ¡Kontuz!, ¡Cuidau!, porque se veía venir el lío. Eso del «coto cerrau» y «hacer lo que me salga» era cosa de Franco, pero «no de unos paragüeros» en el Insti de Bilbao..
El caso es que Iñaki (yo no le conocía de nada), no sé de dónde letxes consiguió un balón de basket y se pone a tirar a canasta, «tokando los buebos» a los futboleros mandones del patio, «invadiendo parte de su terreno». Pequeña bronca al canto…, e Iñaki que no se arruga…
De verdad. Yo que le veo, porque le estaba observando, me faltó tiempo. Voy donde él y le digo, yo me llamo Periko, y ¡tú, cómo te llamas!. Pues yo, Iñaki, me dijo. Pues ¡tírame la bola! y «deja de txupar».
Mecagüenla. La que armamos, porque «los txulitos del futbito de toda la vida» se encontraron con los «2 morcillitas del basket».
¡Bah!. La bronca la ganamos por goleada. Tuvimos a favor más de la mitad de los matriculados en «PREU», y, además, «toda la txabalería de bachilleres inferiores que estaba hasta los kataplines de los que les venían abusando año tras año».
Por cierto. Y esto también es verdad. En cierta ocasión, allá por Abril, cuando los del «basket» ya llevábamos meses mandando a nivel del Insti sin dejarles jugar a futbito, les dije a unos tíos que se apellidaban Marígómez, Barrie, Gainza, Amézaga, etc…, que eran los «txulitos del futbito», que les echábamos un partido con todo el Insti de testigo (muchos de nuestros rivales eran de tercera división e, incluso, alguno de segunda o a punto de fichar).
Insisto y esto es de verdad porque jugamos mucha gente que conocéis. Además de Iñaki, conté con, curiosamente, jugadores que luego currelaron en la Caja, gente como Barrueta, Lezámiz, etc…, pero «hice una bolilla» fichando al tomatero Larri (un poco mayor que nosotros que estudiaba la carrera de Comercio en el mismo edificio que el Insti).
Resultado final de escándalo. En una hora de partido, no me acuerdo del resultado final, pero creo que fue como un 16-3 a nuestro favor (5 ó 6 figurines del equipo contrario dejaron el futbol y creo que se dedicaron al ballet, al mus y al paso de la paloma). Las «hostias» que pudo repartir nuestro bueno de Iñaki desde su posición de «quatter-back», eso sí, sin ánimo de dañar al contrario, fue de portada en el MARCA o DICEN, no me acuerdo, porque lo de dejar pasar a un contrario con la bola controlada era algo que se lo impedía su religión.
Bueno. Y lo que son las cosas. Tras aprobar «PREU», el se decantó por ECONÓMICAS y yo por INGENIEROS. El fue brillante y yo un tanto torpe, pero, más tarde, y lo que es el destino, acabamos de nuevo juntos un 1 de Marzo de 1971 allá en la Caja de Ahorros Vizcaína.
Y basta por hoy…
Iñaki, será imposible olvidarte…
Tere, ¡sé que eres fuerte!…
Gabontxu danori,
3 Comentarios en “Iñaki Soldevilla Lamikiz, «nire/gure Iñaki»…”
De la lectura de esta cronica, se deduce y sin ningun esfuerzo, la categoria personal de Iñaki.
Persona buena, honesta, y gran profesional. Asi argumento por haber tenido el privilegio de compartir trabajo y ocio con el.
Hasta siempre.
Para quien haya conocido a Iñaki, cualquier comentario sobre su persona sobra. Prueba de ello, la cantidad de Vizcaineros que asistimos en Orduña a su funeral. Donde quiera que estés, un abrazo Iñaki
A iñaki decirle, donde quiera que esté, que fue una gran y buena persona. Sin dobleces. sin segundas intenciones. Yo le conocí en económicas y puedo decir que esa aurea de buena persona la transmitía constantemente. Algún dia nos volveremos a ver y le seguiré llamando «el pariente del cura». Los de económicas ya sabemos porque.
A ti Periko quiero decirte que cada día que pasa me demuestras que eres un gran amigo, que muy lejos de los intereses egoistas, estás lleno del aprecio que sientes por las personas. Sé que para ti no existen personas malas. Eso es lo que te ha hecho ser querido y apreciado por todos.