¡Joé!. No sé ni cómo empezar “lo susedido”.
Bueno. El caso es que casi de madrugada, por lo menos para mí, y no lo toméis “a txoteo”, aparezco a las 9 de la mañana en el “Insti de Bilbao”, y va, no te lo pierdas, me encuentro “con una banda de turutas”, todos absolutamente vestidos de “HUGO BOSS p´arriba”, afeitaus, duchaus y oliendo a “colonia” (bueno, igual era “esencia” o, no sé, algo similar, pero como no distingo…), pero ¡qué “colonias”!. Insisto, eran, por lo menos, de CHANEL “number 2”, o más…
De las “txikas”, ni comentar, porque “me puse como el quico a mosutxus”. Decir que “estaban/eran como princesas”, es faltar a la verdad, porque ¡estaban como “reinas”!. Y, por cierto, retiro lo de “princesas” por igualarlas de trato, inconscientemente, eso sí, a mis amigas de excursión con “la presunta txoriza ésa que anda en juicios”…
Comentaros que, en lo que a “mosutxus” se refiere (yo nunca he tenido problemas de “distingos entre txikas y txikos”), tuve competencia con “algunos envidiosillos”, e, incluso, con “algunas curiosillas”, que, en principio, “como que no quería la cosa”, me preguntaban ¿quién es esa “txabalita”, o, ¿quién es “ese katxas”?…, eso sí, sin “malisia” pues…
En fin. Ya arrancamos los “67 jubilaus” en un par de autobuses y, hete aquí que a la altura de Basauri, y yo aún medio “groggy”, va y unos cuantos se arrancan cantando con el “para ser conductor de primera, de primera, de primera (bis)…, ¡hace falta ser buen conductor!, y, además, con todo tipo de voces (sopranos, mezzos, contraltos, tenores, barítonos, bajos, e incluso hubo algún tiple de voz “aflautada” que no pude distinguir si era de “chica o chico”…).
Y la cosa no quedó ahí. Llegando a Amorebieta, ¡la gente quería coger el desvío a Gernika!. ¿Y sabéis por qué?. ¡Porque querían ir a Sukarrieta, a la Colonia de Pedernales!. Y en ese momento, ya despierto, arranqué cantando aquello que dice “A la colonia de Pedernales con la mochilas para marchar, para marchar. Ahí te quedas tierra querida….”. Me salió la vena de mis 2 veranos en la Colonia (aún me acuerdo íntegramente de la letra y música que cantábamos en el tren, tanto a la ida como a la vuelta), y, por qué no decirlo, ya me salió alguna “lagrimilla” (con lo “matxote” que soy, dije que era el humo de un cigarrillo que fumaba el de al lado y no sé si coló o no, pero no me importó…). ¡Ah!, ¿y el coro?. Resulta que por la Colonia habían pasado más de la mitad de los excursionistas, y, además, muchos de sus hijos, sobrinos, etc…, sin olvidar los “cientos y cientos de nietos y demás parentela”. ¡Qué emoción!. ¡Inolvidable!. Y que la Caja quiera vender “ése paraíso, vergel o como queráis llamarlo”, para “cambiarlo por un GUGGENHEIM 2 y unos terrenos en EA” (no trato de menospreciar a EA, ni mucho menos, pero, como decía un buen amigo mío, ¡lo que “dios” no da, Salamanca no presta!).
Con “todo el belén que se armó con lo de la Colonia, el PNV, el GUGGEN-2, etc…”, el “pique del conductor”, y la autopista que “estaba de cine”, el caso es que, en un “plis-plas”, allá que aparece la “Kontxa”, señorita como siempre…
Bajamos del “bus”, estiramos “las katxas”, cigarrillo al kanto los fumadores y allí nos fuimos a por nuestro primer objetivo como era ¡kulturizarnos!, que dicho así, ¡está que muy-muy bien!.
Y es aquí donde “me vuelve a salir la vena” y voy a tratar de esquivar el asunto lo más rápidamente posible. Quiero, de paso, decir que la culpa…, bueno, lo dejaré para un pelín más tarde…
Visita al “remodelado” edificio de la TABACALERA. Lo resumo desde mi punto de vista: de salida, como edificio, desde fuera, no me dijo nada relacionado con algo “cultural” (fue “tabaquera”, pero podría haber sido un penal, que, de hecho, en su momento sirvió para algo parecido, o un convento, o el “sunsum corda”, no sé…), accesos “birrotxos”, como yo, y, por dentro, inacabado, vacío, desangelado, con ninguna oferta de interés. ¡Eso sí!, con unos torrentes de “brainstorming” que es la letxe. Muy “yanqui”, muy “giputxi”, todo ideas a futuro, todo “vender humo”, “cero patatero” en cuanto a aspectos reales/prácticos. En definitiva, había salas/salones que yo creía que las utilizaban la ERREALA y el GIPUZKOA BASKET para sus entrenos los días que llueve o hace frío.
Y, ahora, a lo de antes. La “culpa” no la tiene nadie. Y, de hecho, estoy encantado de haberlo visitado, porque, he “vuelto a mamar la realidad de lo giputxi”. Un calco de lo que hace 4 años nos pasó con la fusión. ¿Es sólo un intento de “copia con algo bizkaino ya existente”?. No lo sé, porque, si quieren algo parecido a nuestra ALHÓNDIGA o al GUGGENHEIM, pues lo tienen crudo.
¡Por cierto!. Igual estoy “errado”, pero me pareció oir que el edificio tenía 37.000 metros cuadrados utilizables (unas 5 veces o más que el terreno de juego de San Mamés Barria), y que llevaban “gastaus” unos 56.000.000 de euros (nuestro GUGGEN costó 10.000.000.000 de pesetas, que, más o menos, es lo que llevan “gastaus” en la TABACALERA de marras).
¡Vete, lo visitas, comparas y luego me dices!. Como me comentó otro buen “laguntxu” mío, con el que estuve en la visita, a un amigo se le cuenta la verdad y le dirías que no vaya a ver la TABACALERA, pero si se trata de “un no amigo”, de esos que no quieres volver a tener tratos con él, ¡dile que lo visite!. ¡Seguro que no te vuelve a dirigir la palabra!. Y, además, Araceli, ¿eh?, a 2´50 “eurakos por persona en visita guiada”. ¡¡¡TOMA YA!!!.
Pero, como dice la canción, “después del infierno viene la gloria” y vuelta al “bus” , ¡al asalto de ASTIGARRAGA!.
¡No tengo “palabros”!. Recepción en el “sagardotegi” PETRITEGI y un “ratillo de cultura” de la de verdad. Bien dirigidos/guiados por la neskatilla de turno, visitamos todo el “emporio”. Txarla amena, instructiva e interesante. Visita a sus espectaculares instalaciones (antiguas y modernas). Película de 10 minutos del “antes y ahora” en la recolección y machacado de las manzanas hasta la obtención del zumo y su posterior tratamiento. Degustación/cata de “un vasiko de sidra” (fui el primero como “listillo” que soy a por la espita y el “choch” y me mojé hasta los “bransonsillos”, pero quedé bien “como tomatero que soy”). Txorizito a la sidra para “hacer base” y ¡a jamar!.
¡Qué jamada!, ¡amatxu mía!. Esperaba otra cosa, la verdad, pero nos dijeron que como “homenaje a los TXULITOS DE BILBADO”, y un poco como compensación por lo mal que nos hizo pasar en San Mamés la ERREALA, por el 0-1 que nos metieron, pues va, y nos empiezan a sacar, así, sin más, percebes “a tutiplén”, kiskillon “para reventar” (parecían gambas), nécoras (alguna de 12 patas, que no sé de dónde las habrían traído), 6 ostras por barba, 4 langostinos/tigre por comensal (del Athletic, rojos y blancos, de esos que parecen “cigalas grandes”), media langosta para cada uno, hecha “a la brasa”…, ¡bueno!, ¡bueno!, ¡qué fue aquello!. ¡Yo, “acojonau”!. Nunca había visto nada parecido en un “sagadotegi”.
Y, luego…, ¡buah!…, tortilla de bakalau como “para 2.000”, bakalau con “cebolla y pimiento verde potxaus, en juliana” como para exportar a Japón, txuletón de “baka vieja sin kirris” (hacía 2 semanas que habían “sacrificau” los 2 últimos bueyes giputxis) y, para rematar, queso, membrillo, nueces, cigarrillos y tejas…, todo “bien-bien regau” con sidra (eso sí, hay que ir a buscarla, pero “sin nervios”), y, el que quiso, con pues se tomó “tintorré, agüé, limonadé, refreské, etceteré…).
Buen ambiente, como podéis sospechar. Y ¡menudo sake el de algunas “txikas”!, porque no dejaron ni las cáscaras de las nueces, como si Atila hubiera pasado por allí…
Cafecito y “bombas” para rematar en el “ambigú” que tienen allí mismo, al aire libre (¡vaya día que nos hizo!), y p´al “bus” camino de Zarautz…
Y en 20 minutos, ahí que nos plantamos en el “feudo de Arguiñano” (a algunos no les dio tiempo “ni a roncar”, aunque ahí le andaban…). Una horita de parada para disfrute del personal…
¡Bah!. ¡Qué tiendas!. ¡Qué lujo!. Y ¡todas de rebajas!. Yo no, pero la gente compró bikinis, bañadores, tablas de surf, “boyas con smartphone” para cuando vayan a Sopela, Plentzia o Benidorm, toallas, bikinis (¡no!, que ya lo he dicho), más bikinis, palos de golf (no sé si el juego completo), sombrillas, arena de la playa en botijos, “kachos” del paseo destrozados por las últimas marejadas/tormentas como recuerdo, perejil de Arguiñano, latas de peces “getariatarras”, “txakolin de otra barrika”, ¡ah!, y, sobre todo, ¡cremas!.
Y para rematar, todos, absolutamente disciplinados, de vuelta al “bus” y, esta vez sí, con destino final Bilbao. Llegamos “absolutamente fundidos/cansaus” (algunos “nekes”), casi de noche, pero después de haber pasado un día estupendo.
Por resumir diría que, en mi opinión, olvidándome del tema TABACALERA, aspecto que está absolutamente al margen de lo que es la organización de la excursión, mi puntuación del “cero al diez”, le daría un “11”, por lo que estoy agradecido a los organizadores y, sobre todo, a los 68 “compañeros de fatigas” (incluyo a los 2 chóferes).
Espero veros en las próximas “txundaratas” y animar “a todo kiski” a que se apunten. Recordar. La próxima Soria y aledaños, con noche por medio, allá por Mayo…
Eskerrik asko danori…
Aquí tenéis unas fotos de ese día amablemente cedidas por Javier Campo.